4:22 Comment0 Comments


Con esto de los cambios de horario estoy pensando en que el país está dividido por una hora es mucho más terrible de lo que parece. Hay gente que duerme una hora más que otra que no va a tener que pasar dos días para acostumbrarse al cambio de horario y cosas como esas. Igual como este blog está dedicado a Tantalegria y no a la problemática horaria del país voy a habar de eso.
Ayer, como la mayoría de los domingos, hubo en sayo. Hicimos un poco de repaso de la producción de las cosas que necesitamos y de cómo ir adelantando eso para que después no tengamos que andar corriendo. Prácticamente está marcada casi toda la obra, nos faltan las coreografías y algunas cosas que tenemos que mejorar en relación a la propuesta en general y de que tipo de vínculo queremos generar con la gente.
Pasamos letra, todavía no la sabemos muy bien. Todavía no.
Cambiamos la música y tampoco sabemos cual será específicamente, pero encontré un disco genial que puede llegar a servirnos. Es como que la música te tiene que atravesar el subconsciente para que entres y atravieses un estado de incertidumbre social, algo así como una duda existencial sobre la boludes, que no entiendas, que te moleste y que la situación te parezca de lo más pava y mismo tiempo no te genera nada de eso. Es como rarísimo.
Pero también Es como temprano. No me da mucho el cerebro a esta hora para pensar en el teatro, las neuronas “espectaculares” se activan en los que se dedican a esta actividad a eso de las 21. Pero además quiero contarles que el proceso de a poco se va volviendo un poco más interesante. Nos motiva. Nos hace pensar en que estamos en Cuba cuando en realidad es solo República Dominicana. Suponemos que estar en un país caribeño sería genial por más que a cualquier argentino le encantaría tener el semblante de un europeo hecho y derecho.
En realidad nada de esto, de las nacionalidades, está presente en el espectáculo. Tampoco lo está la cuestión europea, pero esto es justo algo que se ocurrió decir acá. ¿Nada que ver?

La foto la saqué en la Terminal de Pinedo. Son unas frutillas que traía un boliviano de una quinta.

Cheche

0 comentarios:

Tantalegria. Dawghouse Design Studio, Blogger FAQs and Mobi123