Nada que ver

Freak: Sobre la deformación de las imágenes...

Hace un rato se cortó la luz en mi casa y lejos de parecerme poético el prendido masivo de velas por todas partes, me irritó bastante. Mientras mi mamá intercambiaba algunas palabras con una vecina que todo el mundo cree que está loca sobre la presencia del dengue en la cuadra.
Que tiene todo esto que ver con Tantalegria? Absolutamente nada.
También leí una noticia que hacía referencia a que se van a publicar unas cartas de la época leucémica de Cortazar y en unos fragmentos que se pusieron junto a la nota, el decía que se sentía “tan deshabitado”. No detesto a Cortazar, sino todo lo que se genera en torno a el, como el fanatismo a los artistas del momento. Estar deshabitado no es sano, poder expresarlo es sublime.
Que tiene esto que ver con Tantalegria? Absolutamente nada.
Se estrenó El niño pez, segundo filme de Lucía Puenzo, la directora de XXY, donde hay una relación lésbica donde a veces entra el padre de la chica. Pero como vivo en el Chaco, no la voy a ver hasta dentro de un tiempo.
Que tiene esto que ver con Tantalegria? Absolutamente nada.
Pero al mismo tiempo todo esto tiene algo que ver con nosotros. No por que alguno más viva en mi barrio y pueda tener dengue, no por que a otro se le haya cortado la luz, no porque en el elenco hay parientes de Cortazar, no por que el elenco actúe en El niño pez. Pero en alguna parte, hay algo que hilvana cada una de estas cosas y las hace presentes.
Y no tiene nada que ver con Tantalegria que me ponga a explicarlo acá.